Con ayuda de FADETA, ha adquirido dos máquinas frigoríficas de maduración y oreo
Ubicada en pleno corazón de La Alcarria, en la Vega del Río Matayeguas, encontramos la quesería artesanal ‘El Recuerdo’, un proyecto innovador impulsado por el joven Efrén Bosch consistente en la elaboración de varios tipos de quesos artesanales con una elevada calidad gustativa y excelente presentación.
Con tan sólo 17 años, este joven emprendedor decidió marcharse a la Artzain Eskola, la Escuela de Pastores del País Vasco en Oñati. Fue allí donde comenzó a forjar la idea de poner en marcha su propia quesería. Hoy, este joven de Centenera ha hecho realidad su sueño.
Entre las cuatro paredes de esta pequeña fábrica, se respira profesionalidad y mucho mimo. Desde la cuidada sala de elaboración hasta la cava de afinado, donde los quesos maduran sobre tablas de madera obteniendo unas calidades organolépticas inigualables, además de la materia prima de alta calidad que se emplea y el buen hacer del quesero, conforman el engranaje perfecto para elaborar unos productos excelentes.
“Siempre me ha gustado mucho la ganadería y la transformación de lácteos”, recuerda este emprendedor y asegura que en 2020 empezó a madurar su idea empresarial y comenzó a buscar financiación para sacar adelante su proyecto.
La producción de esta quesería es muy pequeña, tan sólo 1.500 litros de leche a la semana (entre vaca y cabra). Principalmente, elabora queso de vaca semicurado y queso de cabra también semicurado, pero una vez a la semana elabora además queso fresco tipo ‘burgos’ e incluso desde hace unos meses ha comenzado a producir yogures.
Todo se hace con leche que el propio Efrén selecciona y recoge a los ganaderos locales. Leche pasteurizada o cruda, con cuajos naturales, fermentos lácticos y sal, pero sin conservantes ni aromatizantes, por lo que todos los productos son 100% naturales.
De momento, todo es venta directa en la quesería. Entre sus clientes se encuentran personas y establecimientos de la provincia de Madrid, Guadalajara y la zona del Alto Tajo de Molina.
Con ayuda de FADETA ha adquirido dos cámaras frigoríficas (una de maduración, de 15,7 metros cuadrados; y otra de oreo, de 5,23 metros cuadrados) que le permiten conservar los quesos en condiciones óptimas para su venta. Asimismo, ha podido hacer frente a los gastos del personal formador y a la redacción de la memoria técnica de instalaciones. “El apoyo de FADETA es una gran ayuda para empezar”, afirma Bosch, quien añade que “se puede vivir en el medio rural y se puede vivir de él”. De hecho, no ha dudado en establecerse en Centenera junto a su mujer y a su bebé, contribuyendo así a fijar población en este pequeño pueblo.
Como emprendedor, reconoce no haber tenido más dificultades que las que hubiera tenido en otro lugar y entre sus proyectos más próximos se encuentra finalizar su página web para poder vender online.