Auñón

Auñón

Breve historia

Por esta villa alcarreña, han pasado los iberos, los romanos y los árabes. La villa solo empezó a ser conocida desde el momento de la Reconquista por Castilla, que se llevó a cabo a comienzos del siglo XII, como el resto de toda la Alcarria. Los primeros dueños de Auñon fueron unos señores terratenientes, los Ordóñez. Al principio Auñón era una simple alquería, pero comenzó a tomar importancia para el año 1178 cuando fue adquirido por la Orden de Calatrava. Auñón comenzó a crecer rápidamente elevándose el pueblo a cabeza de Encomienda. Ya en el siglo XV, Juan Ramírez de Guzmán, se sublevó contra la Orden y se autoeligió como Maestre contra el legítimo mandatario. En el siglo XVI el emperador Carlos V se hizo con el dominio de todas las órdenes militares y decidió vender la villa de Auñón para sacar dinero que luego utilizaría para hacer frente a sus guerras. La villa calló en manos del tesorero Real de Felipe II, Melchor de Herrera y Rivera. La familia Herrera mantuvo el señorío durante siglos, hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX.

Qué hacer en Auñón

Ruta el camino de las cuestas:

La ruta tiene una distancia de 10,5 km y se puede completar en unas 3 horas. Es una ruta que se puede hacer en cualquier época del año.

La ruta comienza en la plaza del Ayuntamiento y recorriendo la Plaza Mayor, llegaremos hasta la carretera nacional (N-320). Antes de llegar a la carretera, nos metemos por la calle Francisco Tomey, desde esta calle comienza el Camino de las Cuestas. Durante todo el recorrido nos encontraremos con marcas blancas y verdes, pertenecientes al SL-8.

Después de cruzar la vieja carretera, seguiremos por el camino que nos lleva dirección noroeste, por la Cuesta de la Albóndiga. Por este tramo, nos encontramos con una de las mejores vistas de la ruta, entre las sierras y los olivares que rodean Auñón.

Cuando llevamos un kilómetro y medio del recorrido, alcanzamos un collado en la loma de un cerro, aquí nuestro camino se nos convierte en una senda muy reconocible y que desciende por el otro lado del valle, en dirección suroeste. Desde este collado podemos disfrutar de una vista impresionante del valle del río Arlés.

Más adelante, nuestra senda llega a una pista que termina en una carretera cercana. Cruzamos esta carretera, que no tiene prácticamente tráfico, y continuamos por el otro lado, cruzando por un puente que cruza el río Arlés, entrando en Alhóndiga. Tras
cruzar este pueblo, continuamos por el camino de la Virgen del Collado.

A los 6 km del recorrido, alcanzamos la ermita de la Virgen del Collado, patrona de Berninches. El templo se localiza en un paraje formado por prados y arboledas. Seguimos hacia el este, cruzando por un puente el río y dejando a la izquierda el túnel por el que se llega a Berninches. Abandonaremos el camino de asfalto por un camino que sube, con el río a su derecha, y termina en Alhóndiga. Y nuestro camino continuará por una empinada pendiente, llevando a la nueva carretera a la izquierda.

Cuando ya llevamos unos 7 kilómetros de recorrido, nos encontraremos con un vertedero, situado entre Auñón, Alhóndiga y Berninches. Continuamos hasta llegar al inicio de la antigua carretera de Cuenca, de donde salen a la izquierda dos caminos que bajan hasta el arroyo de Auñón. Tendremos que coger el camino que baja hacia el noreste, señalizado por las marcas blancas y verdes.

En medio kilómetro, llegamos a la vega, cerca de un túnel por el que un camino cruza bajo la nueva carretera. Giramos a la derecha y continuamos por el sur por el Camino de las Noguerillas. El arroyo ira siempre en nuestro lado izquierdo.

De nuestro camino salen otros dos, uno que cruza bajo la carretera y otro que cruza el arroyo y nos lleva hasta la ermita de la Soledad.

Nuestra ruta sube al llegar Auñón y finaliza en la calle Nuestra Señora del Madroñal. Al acabar esta ruta, podemos quedarnos a visitar y recorrer el hermoso pueblo de Auñón.

Principales Monumentos